EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA

Es una obra netamente romántica, donde el Amor está por encima de Dios y de la Muerte. La justicia se basa en el Amor y Don Félix de Montemar la ha infligido y debe pagar por ello con su muerte. Aquí vemos al Espronceda más revolucionario y comprometido, moderno y en contra de los cánones religiosos y políticos establecidos. Un progresista nato. El Espronceda más humano y cercano al pueblo.

Viendo claramente un drama de lo que es un poema. Personajes claros y con fuerza: Don Félix de Montemar, Elvira, Don Diego de Pastrana, madre de Elvira, la Muerte, la mesonera, los cinco jugadores de cartas, el niño de los periódicos, embozados, amigas de Elvira, ambientación del Infierno… Una preciosa historia de amor y engaño, de noche y luz, de sueño y pura realidad. Una bajada a los infiernos para un hombre que no quiere morir, que ama la vida rabiosamente, pero que no sabe qué es el Amor, ese Amor que promete a Elvira, vilmente engañada, ciega de amor. Al final es juzgado por otra mujer, la Muerte, y es arrastrado a los infiernos. Don Félix muere arrastrado por la pasión de la que tanto se burlara.

El espectáculo es una gran explosión de teatro en verso, respetando su rima rica y conseguida para dar a los distintos tempos, el ritmo justo en la voz de los actores; unido a folklore, coreografías de danza, flamenco, lucha escénica. Todo un maravilloso espectáculo, estrenado en la Ruta del Romanticismo de Almendralejo.