La Estampa Teatro y Concha Rodríguez presentan ‘El velo de las mariposas’

Todos hemos pasado una época personal de paralización y bloqueo, pero había que salir a trabajar y esta obra me llena». Son palabras de la incombustible Concha Rodríguez, dramaturga, actriz y responsable de La Estampa Teatro, una compañía que ha decidido subir de nuevo el telón del Carolina Coronado para presentar en plena pandemia su último trabajo: El velo de las Mariposas. Será el montaje que abra de nuevo las puertas del teatro en Almendralejo, este viernes a las nueve de la noche.

Se trata de una representación repleta de coraje y reivindicación dirigida a las mujeres que siempre han querido ser «mucho más que unas simples amas de casa», como dice Eva Romero, la directora de esta obra.

Y es que el virus del covid-19 no puede con las ganas de hacer teatro que tienen Concha Rodríguez y su equipo. De hecho, la compañía, nada más salir del confinamiento, se lanzó a los primeros ensayos en La Nave del Duende, en Casar de Cáceres y, posteriormente, ha hecho otros en Zarza de Alange y un preestreno en el auditorio de La Zarza.

En esta obra, Concha Rodríguez hace hincapié en la figura del docente, y en el contexto de la educación, para dar luz a esas mujeres «ocultadas» en la historia, mezclando los momentos de actualidad con ese oscurantismo en el que se vio sumido la mujer en la generación literaria del 27.

En El velo de las Mariposas, Concha Rodríguez encarna a una profesora de Literatura Española Contemporánea que imparte clases de bachillerato en un instituto. Su talante vocacional y sus métodos anticonvencionales chocan con la burocracia de la institución. Para sus clases se propone dar a conocer a las autoras de la Generación del 27, que vieron sus vidas y obras postergadas. Su empeño logrará cambiar el carácter y las mentalidades de sus alumnos, pero ejerciendo un poder desmedido que desatará una serie de conflictos contra el claustro.

«La obra rescata a las mujeres del pasado y crea memorias nuevas para mujeres y niñas del futuro. Es un homenaje a esas mujeres sobre las que la historia les puso un velo para que sus creaciones pasaran desapercibidas», explica Eva Romero.

«No es una obra que siente cátedra, sino que hace que el espectador se pregunte muchas cosas de tiempos atrás», remarca José María Galavís, actor local que participa en el montaje.
Concha y La Estampa vuelven con la fuerza e ilusión de siempre y lo hacen para demostrar que su amor por el teatro es más fuerte, incluso, que una pandemia.

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